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viernes, 21 de noviembre de 2014

Debate: búsqueda de argumentos y contraarguemntos


Como ya sabéis, estamos preparando un debate en torno a la siguiente pregunta:


¿Se debe invertir más en la actualidad en energías renovables que en no renovables?

Para su desarrollo es necesario buscar argumentos y evidencias a favor y en contra de sendas posturas y, para facilitaros esa tarea, os proporcionamos los siguientes en enlaces:



REFERENCIAS Y ENLACES
Slideshare sobre las energías renovables y no renovables.

Ventajas  e inconvenientes de las energías renovables



La Constitución Española.

Artículo 45:

1.     Todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo.
2.     Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la indispensable solidaridad colectiva.
3.     Para quienes violen lo dispuesto en el apartado anterior, en los términos que la ley fije se establecerán sanciones penales o, en su caso, administrativas, así como la obligación de reparar el daño causado.

Artículo 35   

1.     Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo.

El derecho al trabajo es una de las bases sobre las que se asienta jurídicamente el modelo laboral de nuestra Constitución. El Derecho al trabajo como parte de esta "Constitución laboral" aparece configurado como un derecho "dinámico" que comprende no sólo su reconocimiento formal sino también y principalmente el deber de los Poderes públicos de promover su realización efectiva.

Un falso debate. A modo de conclusiones.

IDEA

El mito de las renovables. Dardos en contra de las renovabables.

Why is renewable energy important?

Energy for kids

Hechos y opiniones. Distinguir en un texto o discurso los argumentos basados en hechos o en simples opiniones u ocurrencias.
http://es.slideshare.net/hinojosa71/hechos-y-opiniones-1112825

FICHAS DE CONTENIDOS, ARGUMENTOS Y CONTRARGUMENTOS (DARDOS)

Estudio minucioso del tema, hacer fichas de contenido con los argumentos y razones y citar siempre las fuentes y evidencias encontradas. Las fichas nos servirán para preparar nuestra presentación y las evidencias o fuentes para sostener nuestros argumentos y lanzar dardos retóricos a los argumentos contrarios.    

A favor de las renovables
En contra de las renovables y a favor de uso de combustibles fósiles.
Son más limpias ya que no contaminan el medio ambiente

Buscar argumentos en los que se diga qué inconvenientes medioambientales tienen las energías renovables. Contaminación del paisaje y riesgos de algunas plantas eólicas para las aves.

La energía eólica no es solución, es muy variable y no se adapta a los picos de consumo. Además los aerogeneradores clásicos afean el paisaje y matan a aves en peligro de extinción con sus aspas. Los aerogeneradores flotantes provocarán catástrofes aéreas y supondrán un gasto inútil.

La geotérmica tampoco es solución. Solo es aprovechable en zonas con actividad volcánica específica como Islandia. Para poder generar energía de esta forma en otros países habría que excavar tanto que los sueldos de los mineros ahogarían el presupuesto. Además podría ponerse en peligro a los probables yacimientos arqueológicos que hay bajo el suelo.
Sí también para obtener combustibles fósiles y extraer energía en las centrales nucleares

Inversión enorme que hay que hacer en estos tiempos de crisis.

La energía solar es algo carísimo. El coste de fabricar los paneles es tan alto que nunca se les llega a amortizar del todo. Su proceso de fabricación es contaminante y su rendimiento deja muchísimo que desear. Solo son una excusa para que los gobiernos subvencionen a sus amigotes.

La energía maremotriz es sumamente inconstante, afea las costas, provoca la desorientación de los moluscos locales, hace de la navegación algo peligrosísimo y los costos de mantenimiento serían tan cuantiosos que no merece la pena gastar ni un minuto en considerarlo.
Mayor empleabilidad. Argumentos económicos
¿Qué pasarían con los miles de empleados en las minas españolas?
Se agotan
¿Qué piensan ustedes que la reservas son ilimitadas?

La luz solar puede ser efectivamente renovable pero ni el silicio barato con el que fabricamos los paneles fotovoltaicos ni el agua necesaria para las turbinas en las térmicas (normalmente ubicadas en lugares muy secos) son inagotables. Lo mismo sucede con las geotérmicas (que dependen de la presencia de acuíferos para sus turbinas) o con el cemento y acero necesarios para fabricación de cada aerogenerador, por no hablar ya de las tierras raras imprescindibles en los componentes electrónicos, que son como su misma definición dice “raras” (en el sentido de escasas).
Caras pero rentables a largo plazo.
Las no renovables pagan las inversión en renovables. A veces se olvida algo que es mucho más que un matiz: las primas a las energías renovables están directamente ligadas a la investigación del sector, esto es: al desarrollo de su curva de aprendizaje. Quiere ello decir que es un dinero con el que se prioriza el desarrollo tecnológico de estas nuevas energías, como asimismo lo ha reconocido la Unión Europea.

Cualquier avance que pueda producirse en materia de generación energética, por prometedor que parezca, acabará en manos de las grandes petroleras que tras comprar la patente impedirán que lleguen al público.
Las fuentes de energía son inagotables y están en la naturaleza.
Pero es que, además, en tanto que las energías renovables dependan de factores no controlables ni predecibles, como el sol, el agua o el viento, las energías convencionales, entre ellas los ciclos combinados y las demás tecnologías térmicas convencionales, resultan indispensables para garantizar la seguridad y estabilidad en el suministro eléctrico, así como para que quepa en la oferta de electricidad la mayor cantidad posible de energías renovables.

En consecuencia, la solución final pasa por garantizar también la viabilidad de esas plantas convencionales térmicas por ejemplo, que si hoy aportan seguridad al sistema, tanto ante una eventual caída de las renovables como en las puntas de demanda, por ejemplo en un invierno extremadamente frío, en el futuro inmediato seguirán siendo indispensables para atender la curva de la demanda.
Impacto en el medioambiente por el uso de las energías no renovables
Estudios revelan que el impacto medioambiental de las energías no renovables frente a las renovables es hasta 30 veces superior. Algunos de los efectos negativos más relevantes son:

Lluvia ácida: se forma cuando la humedad en el aire se combina con el óxido de nitrógeno y el dióxido de azufre, gases que son emitidos por industrias, centrales eléctricas y vehículos que queman productos derivados del petróleo.
Estos gases aumentan la acidez de las aguas de ríos y lagos, lo que se traduce en importantes daños en la vida acuática y cambios en la composición de los suelos (aumenta su acidez), produciéndose la perdida de nutrientes importantes para las plantas, tales como el calcio.

Efecto invernadero: fenómeno atmosférico que permite mantener la temperatura del planeta, al retener parte de la energía proveniente del Sol. Pero que en la actualidad, se está acentuando y provocando cambios. Este se produce por el aumento en la emisión de ciertos gases, como el dióxido de carbono y el metano debido a la industrialización.
- Vertidos contaminantes: provocan accidentes como la muerte de especies en zonas de producción (forestales, agrícolas y ríos), principalmente, generados por petróleo, carbón y gas natural.
Residuos radiactivos peligrosos: producidos en el proceso de fisión nuclear, provocando alteraciones que son generalmente irreversibles.

ARGUMENTOS CONSTITUCIONALES Artículo 45 de la Constitución Española
1. Todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo.
2. Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la indispensable solidaridad colectiva.
3. Para quienes violen lo dispuesto en el apartado anterior, en los términos que la ley fije se establecerán sanciones penales o, en su caso, administrativas, así como la obligación de reparar el daño causado.



ARGUMENTOS CONSTITUCIONALES Artículo 35 de la Constitución Española. Sobre el derecho al trabajo.   

1.     Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo.

El derecho al trabajo es una de las bases sobre las que se asienta el modelo laboral de nuestra Constitución. El Derecho al trabajo como parte de esta "Constitución laboral" aparece configurado como un derecho "dinámico" que comprende no sólo su reconocimiento a un trabajo sino también y principalmente el deber de los Poderes públicos de promover su realización efectiva y que todos puedan disfrutar de él.
Argumentos finales conciliadores a modo de conclusión. Buscamos lo que tenga en común.

La realidad actual pone de manifiesto, por si hubiera alguna duda, que las energías renovables ocupan hoy una parcela muy importante en el conjunto de la generación eléctrica en España. Ocupar esa posición nunca puede considerarse un mero fruto ni del capricho ni de la casualidad, sino que radica en el esfuerzo y las grandes inversiones que se ha realizado en este campo, gracias al cual nuestro país, es hoy uno de los países líderes en este sector. Pedro Rivero Torres presidente de UNESA.
Las tésis y argumentos defendidas por los ecologistas son demasiado simplistas y que no contamos aún con tecnologías que nos permitan generar energía de forma completamente limpia y reciclable.

Es una lástima, pero nos tememos que encontrar una solución al doble problema ecológico-energético no es tan sencillo como clausurar las nucleares, abolir las centrales térmicas que queman carbón o gas natural y volcarnos por completo en las alternativas con las que contamos ahora mismo. De ser así, todo el mundo debería afiliarse a Greenpeace.



7) Los biocombustibles acabarán provocando una revolución del tercer mundo. No puede ser que empleemos recursos alimenticios de primera necesidad para producir combustible que mueva los lujosos coches de los potentados del primer mundo. ¿Por qué no hacen biodiesel a partir de zarzas, rastrojos, o el pellejo del orujo?
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Un falso debate: energías convencionales versus energías renovables
La realidad actual pone de manifiesto, por si hubiera alguna duda, que las energías renovables ocupan hoy una parcela muy importante en el conjunto de la generación eléctrica en España. Ocupar esa posición nunca puede considerarse un mero fruto ni del capricho ni de la casualidad, sino que radica en el esfuerzo que se ha realizado en este campo, gracias al cual nuestro país, es hoy uno de los países líderes en este sector.
Pedro Rivero Torre. Presidente de UNESA.    MADRID  08 · 07 · 2010
Esa posición cobra todo su valor si la situamos en el contexto de lo que es la gran fortaleza del sistema eléctrico español: la diversidad de su mix de generación, gracias al cual unas fuentes y tecnologías se apoyan en las otras para garantizar la estabilidad y seguridad en el suministro. Por eso, cualquier posición que se decante por crear opciones excluyentes entre las energías que se pueden denominar convencionales y estas otras nuevas energías, conduciría a un error grave de estrategia. Por el contrario, hay que mantener la diversidad de fuentes y de tecnologías.
Soy de los convencidos que en el horizonte de 2050, las energías bajas en carbono serán la médula fundamental del suministro eléctrico. Creo que no se puede uno parar tan sólo en esa acepción casi coloquial que identifica las renovables con las eólicas o las termosolares, por ejemplo; cuando se trata del objetivo cero en carbono, el espectro es mucho más amplio y va desde la energía nuclear a las térmicas con captura de carbono, como establece la Comunidad Europea. En ese concepto más amplio, que ataca la sostenibilidad, que marcará las prioridades de la generación eléctrica. Y si fuera por mí, bastante antes del 2050. Pero depende, en buena medida, del desarrollo tecnológico.
Por eso, debiéramos esforzarnos en invalidar esa imagen según la cual se produce una cierta confrontación entre unas y otras energías, cuando en realidad se trata de todo lo contrario. Primero, porque las empresas que operan con energías convencionales también son pioneras en las renovables; resulta ilusorio, por tanto, pensar en cualquier clase de confrontación, porque eso sería tanto como tirar piedras contra su propio tejado. Pero, además, porque las empresas no hacen sino acoplar sus objetivos a las señales que emiten en cada momento los reguladores, ya sea las Administraciones Públicas, ya la Comisión Nacional de la Energía.
En este sentido, si nos referimos a las circunstancias actuales, quien se lea las medidas que en esta materia se han adoptado últimamente comprueba que se encaminan a reordenar un sector que estaba desarrollándose de manera un tanto descoordinada, en buena parte como consecuencia de la propia diversidad de normas y de Administraciones públicas con competencias en esa materia, y por el distinto grado de avance tecnológico existente entre unas y otras.
Pero otro tanto cabe afirmar, sobre lo que no dudo en calificar, como la falsa polémica sobre las primas. A veces se olvida algo que es mucho más que un matiz: las primas a las energías renovables están directamente ligadas a la I+D+i del sector, esto es: al desarrollo de su curva de aprendizaje. Quiere ello decir que es un dinero con el que se prioriza el desarrollo tecnológico de estas nuevas energías, como asimismo lo ha reconocido la Unión Europea.
Sentado lo anterior, la cuestión más bien hay que llevarla a otro escenario. En este sentido, y de manera no muy diferente a lo que ocurre en otros países, lo que se trata de estudiar y decidir son las distintas fórmulas alternativas que se pueden dar al sistema actual de incentivos y primas, para que no las deba soportar todas directamente el consumidor final, con el correspondiente encarecimiento de su factura eléctrica. Y dado que la apuesta por las renovables forma parte de la estrategia energética europea, no debiera ser difícil encontrar una fórmula adecuada.
Tampoco resulta conveniente dejarnos llevar por problemas coyunturales, que hoy se dan, pero que mañana se verán modificados. Un ejemplo: con las actuales expectativas de la demanda y con la sobrecapacidad del sistema, como consecuencia de la crisis económica, resulta evidente que no todas las energías caben en el mercado. Pues bien, la solución a esta cuestión –debo insistir: que es coyuntural— no puede pasar por la exclusión de unas en beneficio de otras, sino que todos deberán ceder posiciones maximalistas.
Pero es que, además, en tanto que las energías renovables dependan de factores no controlables ni predecibles, como el sol, el agua o el viento, las energías convencionales, entre ellas los ciclos combinados y las demás tecnologías térmicas convencionales, resultan indispensables para garantizar la seguridad y estabilidad en el suministro eléctrico, así como para que quepa en la oferta de electricidad la mayor cantidad posible de energías renovables.
En consecuencia, la solución final pasa por garantizar también la viabilidad de esas plantas convencionales, que si hoy aportan seguridad al sistema, tanto ante una eventual caída de las renovables como en las puntas de demanda, en el futuro inmediato seguirán siendo indispensables para atender la curva de la demanda.
En suma, en esta materia todos debiéramos movernos hacia posiciones de equilibrios estables, no de apriorismo dogmáticos, y siempre con el horizonte fundamental de trabajar única y exclusivamente por el mapa energético de nuestro país, no por otros criterios que, aun siendo legítimos, no son los que corresponden cuando se trata del sistema eléctrico, reconociendo además que con este posicionamiento no excluyente, se ofrecerá al regulador la base necesaria para la tan demandada por todos “estabilidad regulatoria a corto, medio y largo plazo”.

Pedro Rivero Torres presidente de UNESA.

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El mito de las renovables
Dawn Stover escribió hace unos días un artículo en TheBulletin of theAtomicScientists sumamente realista (algunos dirán también que desmoralizante) sobre los mitos que acucian a las así llamadas energías renovables; se trata de un extenso texto de muy recomendable lectura que os paso a resumir brevemente.
El autor sostiene que desgraciadamente muchos idealizan esta forma de generación energética poniendo el énfasis en que “la energía así generada se obtiene de cosas que no se agotarán” (este es literalmente el modo en que el Ministerio de Energía estadounidense la define en una web destinada a informar a los niños), en contraposición a las llamadas no renovables “que se obtienen de cosas que si se acabarán como el petróleo, carbón, gas natural o uranio”.
Esta simplista idea puede ser aceptable en la enseñanza primaria, pero un adulto que se plantee las ventajas de unas formas de generación frente a otras debe estar más formado para poder evaluar de forma crítica las verdaderas opciones de unas y otras.
Lógicamente a todos nos encantaría que el ITER se mostrase viable en los próximos lustros, y acabar para siempre con una crisis energética que no ha hecho más que empezar (como vemos en el aumento global de demanda energética que se experimenta cada año) pero lo cierto es que las formas de generación de energía renovable con las que ahora contamos: solar (fotovoltaica o térmica), eólica, maremotriz, geotérmica, biomasa o hidroeléctrica son cualquier cosa menos renovables.
Tal y como Stover se encarga de recalcarnos, la luz solar puede ser efectivamente renovable pero ni el silicio barato con el que fabricamos los paneles fotovoltaicos ni el agua necesaria para las turbinas en las térmicas (normalmente ubicadas en lugares muy secos) son inagotables. Lo mismo sucede con las geotérmicas (que dependen de la presencia de acuíferos para sus turbinas) o con el cemento y acero necesarios para fabricación de cada aerogenerador, por no hablar ya de las tierras raras imprescindibles en los componentes electrónicos, que son como su misma definición dice “raras” (en el sentido de escasas).
Y ya hemos visto que cuando se apuesta por la biomasa el precio de los alimentos de primera necesidad parece subir de forma inaceptable. Los problemas asociados con las hidroelécticas son similares a los de las eólicas, la cantidad de acero y cemento necesario es impresionante, sobre todo teniendo en cuenta que se las diseña para que duren aproximadamente 50 años, y los efectos medioambientales en los cauces fluviales que interrumpen son bien conocidos.
La intención del autor del artículo no es por supuesto la de erigirse en lo que yo denomino, perfecto agonías tecnológico, sino la de hacernos entender que, en ocasiones, las tésis defendidas por los ecologistas son demasiado simplistas y que no contamos aún con tecnologías que nos permitan generar energía de forma completamente limpia y reciclable.
Es una lástima, pero me temo que encontrar una solución al doble problema ecológico-energético no es tan sencillo como clausurar las nucleares, abolir las centrales térmicas que queman carbón o gas natural y volcarnos por completo en las alternativas con las que contamos ahora mismo. De ser así, todo el mundo debería afiliarse a Greenpeace.

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El decálogo del perfecto agonías tecnológico
1) La energía eólica no es solución, es muy variable y no se adapta a los picos de consumo. Además los aerogeneradores clásicos afean el paisaje y matan a aves en peligro de extinción con sus aspas. Los aerogeneradores flotantes provocarán catástrofes aéreas y supondrán un gasto inútil.
2) El coche eléctrico (por ejemplo uno basado en baterías ion-litio) no es solución, tened en cuenta que esa corriente que usa en las recargas probablemente ha sido generada quemando combustibles fósiles. Además son muy silenciosos y provocará miles de muertos por atropello.
3) La energía atómica por fisión es lo más peligroso del mundo, ahí está Chernobil. Los residuos nucleares no hay quien los destruya o almacene de forma segura. Los futuros proyectos de fusión tipo ITER solo funcionarán parcialmente dentro de 150 años, y aún así seguramente provocarán escapes de plasma que arrasen poblaciones enteras.
4) La energía solar es algo carísimo. El coste de fabricar los paneles es tan alto que nunca se les llega a amortizar del todo. Su proceso de fabricación es contaminante y su rendimiento deja muchísimo que desear. Solo son una excusa para que los gobiernos subvencionen a sus amigotes.
5) La energía maremotriz es sumamente inconstante, afea las costas, provoca la desorientación de los moluscos locales, hace de la navegación algo peligrosísimo y los costos de mantenimiento serían tan cuantiosos que no merece la pena gastar ni un minuto en considerarlo.
6) La pila de combustible y el empleo de hidrógeno en general es absurdo, puesto que todo el mundo sabe que el hidrógeno no es un combustible por si mismo, sino un vector de energía. No sabemos como almacenarlo “licuado” de forma segura y además para producirlo habría que emplear electricidad, cuyo proceso de generación sería poco eficiente y seguramente emisor de CO2, por lo que tampoco es solución.
7) Los biocombustibles acabarán provocando una revolución del tercer mundo. No puede ser que empleemos recursos alimenticios de primera necesidad para producir combustible que mueva los lujosos coches de los potentados del primer mundo. ¿Por qué no hacen biodiesel a partir de zarzas, rastrojos, o el pellejo del orujo?
8 ) El uso de la bioingeniería genética para producir bacterias capaces de degradar la biomasa es un asunto horroroso. ¿Quién nos dice que esas bacterias no van a llegar a la naturaleza, modificar a su vez el ADN del virus de la gripe aviar y acabar por destruir nuestra civilización?
9) La geotérmica tampoco es solución. Solo es aprovechable en zonas con actividad volcánica específica como Islandia. Para poder generar energía de esta forma en otros países habría que excavar tanto que los sueldos de los mineros ahogarían el presupuesto. Además podría ponerse en peligro a los probables yacimientos arqueológicos que hay bajo el suelo.
10) Del petróleo y otros combustibles fósiles mejor no hablamos, son contaminantes, no renovables y su precio está por las nubes. Pero es que es aún peor, cualquier avance que pueda producirse en materia de generación energética, por prometedor que parezca, acabará en manos de las grandes petroleras que tras comprar la patente impedirán que lleguen al público.

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